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Hígado, Hepatitis y Glutatión


Hígado, hepatitis y Glutatión

La Hepatitis es un enfermedad inflamatoria del hígado. Los 2 tipos más importantes de hepatitis son la hepatitis tóxica o alcohólica y la hepatitis infecciosa, usualmente causada por los virus de tipo A, B y C.

Hepatitis tóxica.

Esta es una condición no infecciosa causada por la exposición a químicos que dañan el higado. Los agentes que dañan el hígado son muchos, pero el abuso del alcohol es el culpable de la mayoría de los casos. El alcoholismo es una enfermedad crónica y la inflamación prolongada que sufre el higado lleva a lo que se conoce como Cirrosis hepática.

Hepatitis Infecciosa.

La hepatitis infecciosa es la forma más común de todas las enfermedad infecciosa serias. Se estima que solo en USA medio millón de personas contraen esta enfermedad. Dado el crecimiento de un relativamente nuevo tipo de virus de hepatitis, el virus C, este número puede incrementarse gradualmente en los próximos años.

La evolución de la enfermedad es variable, puede ir de no mostrar ningún síntoma a causar la muerte en un porcentaje pequeño de los casos. La mayoría de las personas con hepatitis infecciosa sufre de unas semanas de síntomas parecidos a la gripe, consistente en fatiga, dolores, fiebre media, pérdida del apetito, dolor abdominal, náusea y vómito. Casos más severos muestran orina de color obscuro, ictericia (piel amarillenta), comezón, heces muy claras y estados mentales alterados.

El avance de la inflamación en el hígado determina que tan bien podrá funcionar el hígado.

Cuando hay una defunción hepática el hígado se verá imposibilitado de filtrar y eliminar toxinas, regular la digestión, regular la composición de químicos en sangre, procesar y almacenar nutrientes, y otras funciones vitales. La extensión de este daño puede medirse con exámenes de la función hepática (LFT), una medida de ciertas enzimas del hígado en sangre.

Hepatitis Crónica.

Algunos casos pueden pasar a convertirse en una hepatitis cronica, que es un problema mucho mas grave. En estos casos de hepatitis toxica los pacientes deben ser liberados de la toxina, un reto importante en caso del alcohol.

Prevención.

La mejor forma de tratar con todas las formas de hepatitis es la prevención. Cosas como: tener una correcta higiene, no utilizar productos derivados de la sangre, vacunación, no utilizar tóxicos como el alcohol y evitando el contacto de fluidos con personas enfermas.

El glutatión y el hígado.

Los hepatólogos saben que el glutatión tiene un rol sumamente importante en el funcionamiento del hígado, siendo el órgano con la mayor cantidad de glutatión en el organismo. Esto es porque funciona como un filtro clave para la desintoxicación del organismo.

En la fase 1 del proceso de desintoxicación el hígado transforma estas toxinas en sustancias solubles en agua. En la fase 2 el glutatión ayuda a neutralizar estos productos y ayuda al cuerpo a eliminarlos a través del intestino o los riñones. Si estas dos fases de desintoxicación fallan por cualquier razón, los tóxicos se acumulan en el cuerpo, produciendo una enfermedad.

Las ciencia sabe desde hace muchos años que la deficiencia de glutatión acompaña invariablemente al daño en el hígado. Cuando la hepatitis viene de una intoxicación de medicamentos como el acetaminofeno (Tylenol, Atasol, etc.) algún precursor de glutatión debe ser utilizado para volver a restaurar los niveles.

Hay mucha investigación que ha promovido el uso de productos para elevar los niveles de glutatión en estos casos. Este enfoque incluso ha sido utilizado para tratamiento de la falla hepática fulminante.

Muchos pacientes con hepatitis debido a alcohólismo han sido tratados con mucho éxito elevando los niveles de glutatión.

El glutatión en el tratamiento de la Hepatitis infecciosa.

Se demostró en el Instituto Max Planck las propiedades antivirales de los precursores de glutatión en mejorar las funciones del hígado, así como los parámetros inmunológicos en la Hepatitis tipo B. Estas mejoras continuaron incluso después de terminar el tratamiento, lo que refleja los beneficios a largo plazo de este enfoque.

Los tratamientos para la Hepatitis C están lejos de lo ideal. Un equipo de científicos italianos demostró una caída sistemática de los niveles de glutatión en pacientes de este tipo, haciendo resistente al virus y sus tratamientos, como el Interferon. Y al contrario elevando los niveles de glutatión se demostró que el Interferon tuvo un efecto más positivo.

Conclusión.

El hígado es uno de los órganos más complejos y grandes de nuestro organismo. Está íntimamente ligado a una serie de factores que determinan la salud en general. El glutatión es un elemento clave para el correcto funcionamiento del hígado. Los niveles bajos de glutatión sólo provocan el agravamiento de la enfermedad, elevar los niveles nos protege de estos problemas de salud.

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